¡SALUD Y PEDAL!

MANIFIESTO DE LA MARCHA CICLOTURISTA 2016


Amigas y amigos ciclistas, queremos hacer una defensa de la bici y esto es fácil entre la gente que
estáis aquí, que la habéis cogido esta mañana para recorrer el barrio con la alegría de cada año en
esta marcha reivindicativa. La bicicleta nos gusta por muchos motivos, es uno de los inventos más
eficientes y aúna su utilidad y la atracción de su mecánica con la belleza de su forma y con el placer
que proporciona conducirla. Montar en bici tiene algo de juego, de vuelo, es algo físico y a la vez
tan cercano a los sueños. Nos mantiene unidos al suelo aunque nos parezca que volamos sobre él,
y nos acerca a algunas de las verdades que fuimos aprendiendo intuitivamente y que los esmarfons
parecen querer hacernos olvidar:
la ley de la gravedad, la adherencia de la goma en una curva, la inercia;
el esfuerzo muscular, el cansancio, nuestra capacidad pulmonar;
la aspereza del suelo, las cuestas, las distancias;
el sabor del polvo, el frescor de un aspersor;
la euforia de la velocidad, el miedo, la frustración del pinchazo;
nuestra independencia personal y el calor de la amistad.

Si la publicidad recurre a la bici tan a menudo es porque sabe que nos evoca todas esas sensaciones y emociones, pero si lo que más anuncian es el coche es porque la bici es barata. Es otra de sus virtudes, que nos mete de lleno en la comparación con el automóvil, lo que se hace inevitable al mirar a nuestro alrededor.

Por muchos motivos nos gusta la bicicleta y pedaleamos para transportarnos o divertirnos, pero no la reivindicamos por eso. En esta ciudad los trayectos demasiado largos para hacerlos andando pueden hacerse en bici. El beneficio personal para quien la usa en lugar de el coche es cosa de cada uno, pero el daño que hacen los coches a todos los ciudadanos no se está tomando en serio. El coche afea la ciudad, dificulta el tránsito andando y en bici, causa atropellos graves y es la principal fuente de contaminación del aire de las ciudades, que causa al menos 16.000 muertes al año en España, que son más de 150 en nuestra ciudad todos los años, algo que no consentiríamos si estuviéramos hablando de una intoxicación alimentaria, por ejemplo, y por eso exigimos medidas al ayuntamiento (al gobierno ahora mejor ni lo intentamos, por no hablar de Europa), para que reduzca el transporte a motor.

Por eso reivindicamos espacio para la bici, para el peatón y para ese otro medio de transporte obligado para muchas personas y hermano de la bici que es la silla de ruedas y los vehículos que atienden la discapacidad de movimiento. Es una exigencia inmediata con efectos a muy corto plazo, en la dirección de muchas grandes ciudades del mundo, muchas de las más modernas, que ya se plantean eliminar el vehículo privado a motor en la ciudad para hacer más ricas, agradables y saludables nuestras vidas. La gravedad del problema pide premura en la solución, aunque a largo plazo la batalla la va a perder el coche cuando se vaya agotando esa droga planetaria que es el petróleo.

Lo que siempre podremos hacer (es decir, es lo más sostenible) es caminar, y queremos defenderlo,
promoverlo y practicarlo. Pero pensamos que, además, bien podemos combinarlo con eso tan práctico, que tanto disfrutamos y que hoy festejamos: ir en bici.

¡Salud y pedal!

Luis Salazar, ciclista urbano y mecánico de bicis.
Dos de julio de 2016, marcha cicloturista de las Fiestas Populares de La Victoria

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